Scones sin gluten

Estos scones sin gluten han sido la receta elegida para acompañar la mermelada de arándanos que venía en la última Degustabox de la que os hablo aquí.


Asímismo, pueden tener pasas, dátiles o incluso pepitas de chocolate. En esta ocasión, yo los he hecho sin nada, porque creo que así están estupendos y los he querido acompañar con queso de untar y la mermelada Helios.

Scones sin gluten

Tenía muchas ganas de probar a hacer los scones sin gluten ya que es un panecillo que me encanta, y quería probar a hacerlos sin sin gluten para que sean aptos para todo el mundo. A pesar de lo que pueda parecer, resulta muy fácil de hacer la masa, incluso siendo sin gluten es una masa muy manejable y que se trabaja muy bien. No necesita ningún levado ni ingredientes raros, se pueden hacer por la mañana para merendar. También se pueden congelar sin ningún problema, una vez sacados del congelador sólo hay que tostarlos un poco y quedan como recién hechos.

A mi me gustan más con mermelada, y en concreto con mermelada de arándanos, sobre todo si es de buena calidad. Son ideales para tomar acompañando un buen té o un café, mientras llueve fuera ¡¡al más puro estilo british!!

Con las cantidades que os voy a dar a mi me salieron seis scones, pero podéis doblar las cantidades para que salgan más, al poder congelarse no tenéis que tener miedo porque no se os van a poner malos.

¡¡A ponerse el delantal!!

Scones sin gluten

Cómo hacer scones sin gluten

Ingredientes

Instrucciones

  1. En un bol grande, mezclar el mix de harina sin gluten, la goma xantana, el azúcar y la levadura de repostería
  2. Añadir la mantequilla fría cortada en cubitos a la mezcla y con ayuda de un tenedor o nuestras propias manos mezclarlo hasta que se haga una consistencia como de migas.
  3. Añadir el huevo al buttermilk, mezclar un poco y añadir esta mezcla a la mezcla de harina. Mezclar bien hasta que todos los ingredientes estén incorporados.
  4. Una vez tengamos la masa uniforme, pasarla a una superficie ligeramente enharinada y hacer con ella un rectangulo. Para ello nos podemos ayudar de un rodillo. La masa debe tener una altura de unos dos centímetros más o menos.
  5. Cortar la masa con un cortador redondo, y ponerla sobre una bandeja apta para horno que habremos engrasado un poquito. Utiliza toda la masa, puedes reamasar las veces que necesites.
  6. Refrigerar nuestros scones durante 30 minutos en la nevera.
  7. Precalentar el horno a 200º con calor arriba y abajo
  8. Sacar los scones de la nevera y pincelarlos con un poco de leche. Esto hará que tengan un color dorado precioso
  9. Llevar los scones al horno y hornear durante 15 minutos o hasta que estén dorados y hechos.
  10. Si los váis a congelar, hacedlo una vez estén fríos, podéis ponerlos en una bolsa para congelar o bien congelarlos de manera individual envueltos en papel film
Scones sin gluten

Espero que os haya gustado y os animéis a hacerlos.

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